Retorno voluntario

 

CONTEXTO

El retorno de inmigrantes de América Latina a la región era una realidad pero con insuficiente medidas de cara a hacer, de los procesos de retorno,  una cuestión sostenible en el tiempo y  coherente con la etapa de crecimiento y bonanza social que estaba viviendo la región. Paralelamente, en América Latina, todos los gobiernos han estado invirtiendo más recursos en  sus políticas públicas de formación, empleo y protección social. Esta situación hacía que, conectar  retornados a los recursos de sus países de origen cobrará mayor relevancia para diseñar y poner en marcha procesos de retorno sostenible vinculados al desarrollo y a las políticas públicas de los países latinoamericanos.

 

Esta fue la idea de base sobre la cual se diseñó el proyecto y se comenzó a trabajar. Aún hoy, la hipótesis de partida está vigente y con mayor fuerza si  cabe,  ya que la  crisis económica de Europa, lejos de abandonar a los países del sur del continente, se ha establecido para quedarse por largo tiempo.

 

La población de nacionales de terceros países en la UE-27 ascendía el pasado 1 de enero de 2012 a 20.7 millones de personas, de los cuales algo más de un tercio residían en España, Italia y Portugal (Eurostat). Si bien la proporción de nacionales de países del continente americano no es muy elevada en la Europa de los 27 (representa el 14,2% del total), su porcentaje es muy alto en los tres países que han participado en el proyecto PTRSI. En Reino Unido,  el colectivo latinoamericano no representa un porcentaje elevado de inmigración aunque sí, del total de latinoamericanos presentes en el país; así, la cifra de personas en situación irregular superaría el 50%.  España e Italia son los países europeos que más latinoamericanos acogen en términos absolutos. El 26,48% de la población inmigrante en España procede de Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú, Brasil (INE, 2013), mientras que en Portugal únicamente la colonia brasileña supone el 25,30% del total de extranjeros residentes (SEF, 2013) e Italia cuenta, también, con un porcentaje significativo de inmigrantes latinoamericanos, principalmente de Perú y Ecuador (Istat, 2013).

 

¿Qué es el Retorno Voluntario?

Según establece la OIM (Organización Internacional de Migraciones), el retorno voluntario se puede definir como sigue:

 

“Retorno basado en la decisión voluntaria de la persona. El concepto de retorno voluntario requiere más que la ausencia de factores de coerción. Una decisión voluntaria se define por la ausencia de cualquier coerción física, psicológica o material, pero adicionalmente, la decisión tiene como base información adecuada, disponible, exacta y objetiva.”

 

Asimismo, desde un punto de vista de “gestión de flujos migratorios”, el retorno, en términos generales, puede ocurrir de tres formas diferentes(1):

(1)Fuente: OIM (Organización Internacional de Migraciones) www.iom.int

 

  • Retornos voluntarios “sin obligación”: aquellos casos en los que los inmigrantes deciden volver a su país de origen por su cuenta y por voluntad propia-

  • Retornos voluntarios con un componente de “obligación”: cuando los inmigrantes finalizan su periodo de protección temporal, se rechaza el asilo o cualquier motivo por el que no puedan permanecer en el país de destino y eligen volver por su propia voluntad.

  • Retornos involuntarios o deportaciones: generadas por órdenes de expulsión/deportación dictada por las autoridades del país de destino.

 

FASES DEL RETORNO

Antes de realizar el retorno, es importante que se haga un análisis inicial sobre la decisión tomada.

Más allá de las especificidades de cada país, los procesos e itinerarios de retorno voluntario presentan similitudes compartidas que es necesario conocer. Con el fin de que el proceso de retorno sea lo más exitoso posible, tanto a nivel personal, familiar y comunitario, se recomienda establecer tres fases diferenciadas y consecutivas del proceso de retorno: